By Amy Burkhart MD, RD

La intolerancia a la histamina podría ser un término nuevo para muchas personas. Sin embargo, los síntomas asociados con esta afección son comunes.

• erupciones, urticaria o eczema;
• dolores de cabeza o migrañas;
• diarrea;
• presión arterial baja;
• picazón en los ojos, goteo nasal, congestión;
• cólicos premenstruales o dolores de cabeza.

Estas son afecciones generales y tienen muchas causas posibles, pero una posible causa es la intolerancia a la histamina.

La histamina es un componente natural de muchos alimentos.

La histamina es una sustancia química que se encuentra en todas las células del cuerpo. Es un componente natural de muchos alimentos y una parte importante del sistema inmune y nervioso. También juega un papel importante en la inflamación.

Cuando se produce una acumulación de histamina, aparecen los síntomas.

Se cree que la intolerancia a la histamina (IH) está relacionada con la acumulación de histamina. En una persona sana, la histamina se descompone por dos enzimas: DAO y HNMT. Los síntomas podrían ocurrir cuando una de estas enzimas no funciona correctamente. La DAO se produce en los intestinos. Si los intestinos no están sanos, es posible que no haya suficiente DAO para descomponer la histamina normalmente. Cuando hay acumulación de histamina, también hay síntomas.

Los niveles bajos de DAO pueden explicar por qué los síntomas de intolerancia a la histamina son más comunes en personas con trastornos gastrointestinales tales como la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable, la enfermedad celíaca y el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO, por sus siglas en inglés). La actividad de la DAO también puede bloquearse debido a ciertos medicamentos.

A continuación, se enumeran los síntomas más comunes de intolerancia a la histamina:

• diarrea;
• dolor de cabeza;
• sofocones;
• sarpullido,urticaria (ronchas),eczema; 
• arritmia (latido irregular del corazón);
• presión arterial baja: debido a la vasodilatación causada por la histamina;
• sibilancia;
• goteo nasal;
• ojos llorosos;
• angioedema: hinchazón de cara,manos,labios; 
• acidez gástrica: debido al aumento de producción de ácido;
• picazón:normalmente de la piel; 
• síndrome premenstrual:dolores de cabeza durante el ciclo menstrual o cólicos dolorosos debido a contracciones producidas por la histamina en relación con los niveles hormonales. 

La intolerancia a la histamina es más común en personas con problemas intestinales subyacentes, como la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca, el síndrome del intestino irritable, el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO), etc. Existe muy poca información sobre la incidencia real de la intolerancia a la histamina. Su correlación con otros problemas de salud está apareciendo.

Con la intolerancia a la histamina, los síntomas pueden aparecer cuando se consumen ciertos alimentos, pero es distinta que una alergia alimentaria.

Algunos de los síntomas son similares a los de una verdadera reacción alérgica, pero la reacción no es la misma que la de una alergia, por lo que las pruebas cutáneas y de alergias darán negativo.

Se piensa que la intolerancia a la histamina se produce debido a una acumulación de histamina. Debido a esto, los síntomas pueden no ser inmediatos. Los síntomas pueden presentarse cada vez que se alcanza un cierto límite, lo que dificulta identificar un culpable en particular.

Por ejemplo, es posible que usted haya consumido alimentos ricos en histamina en la mañana, y en la tarde consuma una comida baja en histamina. Aunque la comida de la tarde era baja en histamina, le hizo sobrepasar su nivel de tolerancia, por lo que los síntomas se presentan en la tarde. Usted podría pensar que sus síntomas se debieron a la comida de la tarde, pero en realidad los alimentos de la mañana fueron los más problemáticos.

Si usted cree que podría tener intolerancia a la histamina, hable con su médico para evaluar otras afecciones posibles “parecidas”, tales como alergias, trastornos de mastocitos o trastornos digestivos subyacentes. Una vez que estas posibilidades se hayan evaluado y tratado, se podría comenzar una dieta de eliminación para ver si los síntomas mejoran. En este caso, llevar un diario de alimentos es esencial. Se deben corregir primero cuestiones subyacentes para lograr los mejores resultados. Debido a que la dieta es restrictiva, por favor consulte con un profesional para asegurar una ingesta nutricional adecuada.

En este momento no hay pruebas comprobadas para diagnosticar la intolerancia a la histamina.

Se usa como prueba una dieta baja en histamina para determinar la presencia de intolerancia a la histamina. Si bien es posible medir la actividad de la enzima DAO en la sangre (una de las enzimas mencionadas anteriormente), así como los niveles de histamina, estos resultados no parecen tener correlación con los síntomas. Las pruebas cutáneas o las pruebas típicas de sangre para detectar alergias no pueden dar positivo, ya que la inmunoglobulina E (IgE) no está implicada en la intolerancia a la histamina (como es en el caso de las verdaderas alergias).

Es importante recordar que, mientras se considere la intolerancia a la histamina como causa de los síntomas, se deben evaluar otros trastornos relacionados como las alergias, los trastornos de mastocitos, la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad celíaca, la malabsorción de fructosa, el sobrecrecimiento bacteriano intestinal, la colitis, etc.

Después de realizar una evaluación de los trastornos relacionados, se podrá comenzar una dieta que elimine los alimentos altos en histamina. Si los síntomas mejoran al reducir o eliminar la histamina de la dieta, es posible que usted tenga intolerancia a la histamina.

Trate primero cualquier trastorno subyacente. Esto podría mejorar la tolerancia a la histamina.

En general, me gusta concentrarme en los tratamientos alimentarios, ya que prefiero hacer todo lo posible con la dieta en lugar de usar medicamentos. Pero, la intolerancia a la histamina requiere en verdad un enfoque integral, ya que con frecuencia se presenta junto con otros trastornos que necesitan un tratamiento que vaya más allá de las modificaciones que se puedan hacer con la dieta.

Dieta: una dieta baja en histamina es el tratamiento de elección (podrá ver una lista de alimentos abajo), pero puede ser difícil de seguir si la persona ya está haciendo una dieta restringida como la dieta sin gluten o baja en FODMAPs, y debe hacerse bajo supervisión médica para asegurar una ingesta nutricional apropiada. La tolerancia a la histamina varía de persona a persona, y la cantidad de histamina tolerada debe deducirse por ensayo y error. Algunas personas solo pueden tolerar cantidades muy pequeñas, y otras más grandes. 

Lo importante de destacar es que la tolerancia a la histamina parece mejorar cuando se tratan los problemas subyacentes.  Por ejemplo, cuando se tratan el síndrome del intestino irritable o el sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO), las reacciones a la histamina a menudo disminuyen. Es de suma importancia tratar los trastornos subyacentes junto con los cambios en la dieta.  

Una vez que se completa la dieta de eliminación, se debe evaluar individualmente la tolerancia a determinados alimentos, y ampliar la dieta según la tolerancia que usted tenga para lograr una nutrición y estilo de vida óptimos.

Sueño: ¡de 7 a 8 horas por noche ayuda con todo!

Apoyo: los problemas de salud y las restricciones dietéticas causan dificultades y estrés.  Busque el apoyo de la familia, la comunidad, las organizaciones religiosas, los grupos de apoyo en línea, los grupos de apoyo locales. Evite a las personas negativas. Las interacciones negativas retrasan el proceso de curación.

Ejercicio: cualquier tipo de ejercicio es beneficioso. Trate de hacer de 30 a 60 minutos diarios. No se sienta mal si solo puede hacer 15 minutos de ejercicio; ¡todo ayuda!

Relajación: los beneficios de las técnicas de relajación son más que importantes.  Los ejercicios de respiración o relajación muscular progresiva son fáciles, gratis y pueden hacerse en cualquier lugar.  El yoga y la meditación son excelentes también. La relajación también podría ser para usted leer un libro, pasar tiempo con amigos o tocar música.

Medicamentos: antihistamínicos, cremas/corticoides tópicos, corticoides orales, cremas homeopáticas o de origen vegetal tópicas y lociones para las erupciones.

Suplementos: hay escasez y hasta falta de datos sobre los suplementos, pero los siguientes se utilizan a veces: vitamina C, B6, zinc, cobre, magnesio, mangostán, quercetina, promotores y suplementos de la DAO y cremas de uso tópico. Utilice cualquier suplemento bajo la guía de un profesional. Los suplementos pueden tener efectos secundarios tóxicos.

Aplicación sobre los contenidos de histamina: https://itunes.apple.com/us/app/food-intolerances/id419098758

Aplicación sobre el seguimiento de los síntomas:

 https://itunes.apple.com/gb/app/mysymptoms-food-diary/id405231632?mt=8&ign-mpt=uo%3D4

Libros: pruebe usar un libro de recetas bajas en histamina.  Lo ayudará a preparar comidas más fácilmente, especialmente durante la etapa de eliminación. 

• Coma alimentos frescos, en la medida de lo posible.
• Carne y pescado frescos (evitar la carne y el pescado en conserva).
• Frutas frescas, excepto fresas y cítricos.
• Verduras frescas, excepto tomates, espinaca y col.
• Cereales: arroz, maíz, mijo, avena, sorgo.
• Aceites: la mayoría de los aceites de cocina.

Vea abajo una lista de alimentos con alto contenido de histamina.

• El contenido de histamina de los alimentos varía en función de su tiempo de almacenamiento, madurez, cocción y procesamiento.
• Ciertos alimentos también, si bien podrían no contener niveles altos de histamina, son ricos en compuestos conocidos como liberadores de histamina que pueden provocar síntomas similares al aumentar los niveles de histamina.

La siguiente lista contiene alimentos comúnmente reconocidos por ser ricos en histamina o ser liberadores de histamina. La lista no es exhaustiva en absoluto. Las listas de alimentos que se encuentran disponibles varían, y es difícil encontrar información coherente en cuanto al contenido de histamina de los alimentos. 

Los alimentos fermentados y añejados suelen ser los más culpables de todos.

• alcohol: champagne, vino tinto, cerveza, vino blanco;
• carnes o pescados fermentados o ahumados: salame, sardinas, caballa, arenque, atún; 
• alimentos enlatados o encurtidos: chucrut, pepinillos en vinagre, salsa de pepinillos, salsa de      soja;
• productos lácteos fermentados: yogur, kéfir, suero de leche;
• quesos añejos: parmesano, gouda, suizo, cheddar;
• frutas: frutas secas, fresas, cítricos;
• verduras: tomates y productos de tomate, espinaca;
• legumbres: garbanzos, granos de soja, cacahuetes;
• otros: canela, chocolate;
• cereales: trigo;
• liberadores de histamina: cítricos, papaya, piña, nueces, fresas, claras de huevo, aditivos;
• bloqueadores de la enzima DAO: alcohol, té negro y té verde.

Los siguientes medicamentos inhiben la enzima DAO:

• la acetilcisteína;
• el ambroxol;
• la amilorida;
• la aminofilina;
• la amitriptilina;
• la aspirina;
• el cefotiam;
• la cefuroxima;
• la ciclofosfamida;
• la cimetidina (Tagamet);
• el ciprofloxacino;
• la codeína/ los opioides;
• el diazepam (Valium);
• el haloperidol (Haldol);
• los medios de contraste;
• el metamizol;
• la metoclopramida (Reglan);
• el naproxeno (Aleve);
• el narcótico tiopental (medicamento intravenoso para cirugías);
• la noscapina;
• el pancuronio;
• la prilocaína;
• el verapamilo.

• Histamine Intolerance: The Current State Of Art (Intolerancia a la histamina: la vanguardia actual)
• Comparing Histamine Intolerance And Mast Cell Disorder (Comparación sobre la intolerancia a la histamina y el trastorno de los mastocitos)
• Considering Histamine In Functional GI Disorders (El papel de la histamina en los trastornos gastrointestinales funcionales)
• Non-responsive Celiac Disease And Histamine Intolerance (Enfermedad celíaca refractaria e intolerancia a la histamina)

Histamine Intolerance And Functional Gut Disorders (Intolerancia a la histamina y trastornos intestinales funcionales):

 La Dra. Amy Burkhart es médica (M.D.), dietista registrada (R.D.) y realizó su especialización clínica postdoctoral en medicina integral. Se especializa en el tratamiento de trastornos digestivos crónicos con una perspectiva de medicina integral/funcional.