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Este mes escribo sobre dos trastornos que algunos podrían considerar triviales, meras molestias para olvidar rápidamente: las aftas bucales y el herpes oral. Estas erupciones dolorosas y molestas pueden, sin embargo, ser una señal de que algo anda mal.
Las aftas bucales y el herpes oral son muy comunes, y muy a menudo se los confunde. Los pacientes que me vienen a ver a mi consultorio toman, por lo general, la presencia de las aftas bucales y el herpes oral como una molestia que no vale la pena mencionar. Normalmente soy yo la tengo que preguntar sobre el tema, ya que de otra forma no se discutiría, y, ante mis preguntas, los pacientes siempre me responden: “Pero, es algo que todo el mundo tiene, ¿no?”
Si bien pueden ser algo común, si aparecen con frecuencia, se justifica hacer una evaluación más completa para buscar razones subyacentes. Ivy (nombre que he cambiado para respetar la privacidad) vino a verme hace varios meses porque estaba teniendo en la boca aftas tan severas que no podía comer. Ivy, recientemente diagnosticada con la sensibilidad al gluten no celíaca, había oído hablar de la existencia de una correlación entre las aftas y gluten. Si bien el gluten puede ser un desencadenante para estas afecciones, Ivy ya estaba siguiendo una dieta sin gluten, por lo que nos pusimos a investigar sobre otros posibles culpables.
Las aftas bucales y sus desencadenantes
Entre los desencadenantes comunes de las aftas bucales se incluyen el estrés, las alergias y sensibilidades alimentarias, los cambios hormonales, las deficiencias de vitaminas y minerales (hierro, ácido fólico, B12, zinc) y el lauril éter sulfato sodio (que se encuentra en la mayoría de las cremas dentales). También ocurren con mayor frecuencia en las personas que tienen la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn (Crohn’s disease), dermatitis herpetiforme (dermatitis herpetiformis), la enfermedad de Behçet (Behcet’s Disease) y la enfermedad por reflujo gástrico (gastric reflux disease). Una lesión en la zona, como morderse accidentalmente la mejilla, también puede desencadenar la formación de una úlcera bucal.
Las aftas bucales y el gluten
Las aftas son más frecuentes en las personas que tienen la enfermedad celíaca en comparación con la población general. En un estudio que se realizó en 2004 (study), se encontró que el cinco por ciento de los pacientes que tenían aftas bucales recurrentes tenían la enfermedad celíaca. Ya que esto representa cinco veces la tasa de enfermedad celíaca en la población general, un paciente con úlceras bucales recurrentes debería recibir la prueba de diagnóstico de la enfermedad celíaca.
En el caso de las personas que siguen una dieta sin gluten, las aftas son a menudo una señal de que la persona ha estado expuesta al gluten de manera accidental. Veo este caso muchas veces en mi consultorio, aparecen las aftas después de que el paciente celíaco cena afuera. ¿Podrían, entonces, las aftas ser una señal de contaminación cruzada en pequeñas cantidades? No he encontrado ningún estudio médico acerca de una posible correlación, ya que sería difícil de investigar, pero he oído esta situación de mis pacientes con frecuencia.
Algunos investigadores creen que es posible que las aftas bucales que se producen con la enfermedad celíaca sean diferentes a las úlceras aftosas (aftas bucales) que se producen en el resto de la población. En cuanto a esto, yo argumentaría que ni el paciente ni el médico podrían distinguir esta diferencia desde el punto de vista clínico, y diría que cualquier paciente que presente aftas bucales recurrentes debería recibir la prueba de diagnóstico de la enfermedad celíaca.
¿Las personas que tienen sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) (non-celiac gluten sensitivity) tienen aftas después de consumir gluten? Hay muy pocos datos sobre una correlación, pero un estudio publicado en septiembre de 2015 encontró que el número de aftas bucales incrementaba cuando las personas que tenían SGNC comían gluten.
Las aftas bucales y las terapias tradicionales
La mayoría de las aftas desaparecen solas en siete a diez días, pero si son particularmente dolorosas o grandes, podría ser necesario un tratamiento. Para controlar los síntomas, se usan enjuagues bucales, medicina tópica anestésica, vitaminas (si se es deficiente), medicamentos antiinflamatorios o paracetamol. Se dan esteroides tópicos o enjuagues bucales con esteroides si los síntomas son graves.
Las aftas bucales y las terapias integradoras
Además de los tratamientos mencionados anteriormente, es de suma importancia en el tratamiento de las aftas bucales evitar los desencadenantes. También son necesarios e importantes en el tratamiento el practicar técnicas de reducción del estrés (meditación, ejercicio, técnicas de respiración, etc.), el evitar los desencadenantes alimentarios (los más comunes son el tomate, la piña, los cítricos y el trigo), y el llevar a cabo una dieta sana (para ayudar a tener un sistema inmune sano) y un dormir adecuado. Cuando los factores desencadenantes son el sol o el viento, también es necesario usar bálsamo labial con protección solar. Si las aftas siguen apareciendo a pesar de las modificaciones en el estilo de vida, se usa frecuentemente el regaliz deglicirrizinado (DGL, por sus siglas en inglés) en forma de píldora o enjuague bucal. Otras terapias alternativas incluyen la mirra, el sello de oro, la manzanilla y el aloe. Estos pueden consumirse en forma de té, píldoras, tinturas o enjuagues bucales.
Ayudar a sanar
Volviendo a la historia de mi paciente Ivy…A pesar de que Ivy ya estaba siguiendo una dieta sin gluten, discutimos la posibilidad de que hubiera exposiciones mínimas con el gluten que podrían estar causando los síntomas. La exposición con el gluten puede ser un punto problemático para algunas personas, y un punto importante para considerar incluso si la persona no tiene la enfermedad celíaca. Al final, logramos corregir una deficiencia de hierro y tratamos una fuente de ansiedad sobre algo que estaba pasando en el trabajo. También usamos bolsas de té de manzanilla tópica y cápsulas de DGL para aliviar los síntomas, y, de esta manera, los brotes desaparecieron casi por completo.
El herpes oral
El herpes oral (también llamado ampollas de fiebre) es causado por el virus del herpes simple. Antes de que aparezcan las pequeñas llagas llenas de líquido, puede presentarse una sensación de hormigueo en la zona. Las llagas se ampollan y terminan rompiéndose, y se forma una lesión costrosa. Se producen en los labios y en el borde de los labios, y tardan más tiempo en sanar que las aftas bucales, alrededor de dos a cuatro semanas. El herpes oral es contagioso y puede volver a aparecer a lo largo de la vida una vez que se tiene la infección. Las recurrencias suelen presentarse en el mismo lugar, ya que el virus permanece latente en el nervio, y pueden desencadenarse ante el estrés o enfermedad, pero las apariciones no suelen ser frecuentes. Si el herpes oral es algo común en la persona, debería tomarse como una señal de alerta que lleve a una evaluación más profunda.
El caso de Ruby
Ruby vino a verme por sus problemas digestivos. Tenía antecedentes familiares de enfermedad celíaca, y fue uno de los pocos pacientes que discutió de manera voluntaria su problema crónico con el herpes oral en el labio superior. En su caso, el herpes oral era muy doloroso y le traía problemas con su apariencia. Ruby quería saber si podría tener alguna correlación con sus problemas digestivos. Ella ya estaba en una dieta sin gluten.
El herpes oral y sus desencadenantes
El herpes oral deriva su nombre en inglés «cold sore» (llaga del frío) del hecho de que se produce más comúnmente cuando alguien tiene un resfrío o enfermedad. Aparece en momentos de estrés o baja inmunidad, así como después de una exposición prolongada al sol o viento. También puede aparecer en correlación con el ciclo menstrual. Puede estar asociado con trastornos inmunológicos subyacentes, razón por la que los episodios recurrentes deberían recibir una evaluación completa.
El herpes oral y el gluten
No se conoce que haya una correlación directa con el gluten. Sin embargo, si la persona tiene una enfermedad crónica relacionada con el gluten o sensibilidad al gluten, es posible que el herpes oral se desencadene de manera indirecta ante la exposición al gluten.
El herpes oral y las terapias tradicionales
La mayoría de los casos de herpes oral se resuelven sin tratamiento en el término de dos a cuatro semanas. El evitar el contacto cercano con la persona que tenga herpes oral es el principal medio de prevención, ya que el beso es una forma común de transmisión. Disminuya el riesgo de transmitir el virus a otras personas, evitando tocar las ampollas. El uso de protector solar y bálsamo labial puede ayudar a prevenir las ocurrencias del herpes oral provocado por el sol y el viento. Para el tratamiento del dolor, generalmente se usan compresas frías y medicamentos anestésicos de venta libre como la benzocaína. Los tratamientos de venta libre como Abreva pueden aplicarse tópicamente y se pueden usar fórmulas a base de alcohol para secar la lesión. También pueden usarse medicamentos antivirales con receta, que pueden acortar el curso de los síntomas de manera ligera.
El herpes oral y las terapias integradoras
Al igual que con las aftas bucales, el evitar los factores desencadenantes, como la falta de sueño o el aumento de estrés, es de suma importancia para la prevención y la recuperación del herpes oral. Cuando se presentan los síntomas, la lisina es un aminoácido que se utiliza comúnmente en forma de crema oral o tópica para acelerar la curación. El consumo de alimentos con alto contenido de lisina (frijoles, guisantes y maíz) también puede utilizarse como un medio de prevención. La crema de ruibarbo y salvia o el bálsamo de limón también se utilizan como remedios tópicos, y los probióticos también pueden ser beneficiosos para aliviar el herpes oral, ya que refuerzan el sistema inmunológico y ayudan a combatir el virus.
La solución para Ruby
Rubí no tenía la enfermedad celíaca, pero tenía sensibilidad al gluten. Hablamos de su estilo de vida de alto estrés, así como de la eliminación de microcantidades de gluten de su dieta. Utilizamos probióticos y una dieta baja en azúcar para reforzar su sistema inmunológico, así como un bálsamo de limón tópico cuando aparecía el herpes. También tratamos el tema de su sueño interrumpido, y, así, Ruby no ha tenido herpes oral durante más de dos años.
Preste atención a estas condiciones aparentemente inofensivas
Si usted sufre de cualquiera de estos trastornos ya sea aftas bucales o herpes oral, y los tiene con frecuencia, preste atención. Tenga en cuenta las posibles causas que se mencionaron arriba, y si los brotes persisten, solicite a su proveedor de atención médica una evaluación adicional. Estas pequeñas erupciones pueden ser fáciles de tratar o pueden ser una señal de que hay algún trastorno subyacente que necesita evaluarse de manera completa.