¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un azúcar que se encuentra en muchos alimentos tales como frutas frescas y miel, jarabe de maíz de alto contenido de fructosa y muchos alimentos procesados. También es un componente del azúcar de mesa simple y de algunas verduras.
¿Qué es la malabsorción de fructosa?
Algunas personas no pueden absorber por completo la fructosa en su intestino delgado, la parte inicial del tracto digestivo. La fructosa no digerida pasa luego al colon donde las bacterias normales rápidamente la devoran. En el proceso, las bacterias producen gases que hacen que el intestino se hinche, y la persona sienta hinchazón, cólicos, gases y distensión abdominal. También, puede presentarse diarrea debido a las partículas no digeridas de fructosa.
¿Qué es la intolerancia a la fructosa?
También conocida como intolerancia hereditaria a la fructosa, esta enfermedad es MUY distinta a la malabsorción de fructosa. Si bien no voy a desarrollar el tema aquí, solo voy a decir lo siguiente sobre la intolerancia hereditaria a la fructosa: ocurre en los bebés, es hereditaria y puede conducir a graves problemas de salud como enfermedad hepática, convulsiones y retraso mental. Los nombres son similares, pero las condiciones son MUY diferentes. Existe un poco de confusión en cuanto a que a veces se denomina a la malabsorción de fructosa como intolerancia ALIMENTARIA a la fructosa. Acá solo estamos hablando sobre la MALABSORCIÓN DE FRUCTOSA.
¿Por qué es importante para las personas que tienen enfermedad celíaca o intolerancia al gluten?
Los síntomas de la enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) pueden ser muy similares a los síntomas de malabsorción de fructosa. Por lo tanto, los diagnósticos pueden a menudo confundirse. La malabsorción de fructosa también puede imitar a la intolerancia a la lactosa/ leche, un diagnóstico común entre los celíacos y los pacientes que tienen SGNC. La malabsorción de fructosa también puede presentarse junto con la enfermedad celíaca o la SGNC, y debe tenerse en cuenta en los pacientes que ya comenzaron una dieta sin gluten, pero tienen síntomas persistentes.
El síndrome del intestino irritable (SII), un cofactor desafortunado para algunos pacientes celíacos y con SGNC, también comparte síntomas con la malabsorción de fructosa. Los estudios de investigación recientes indican la posibilidad de que un gran porcentaje de los pacientes que tienen el síndrome del intestino irritable tengan en realidad malabsorción de fructosa, y puedan ver la mejora de los síntomas si siguen una dieta baja en fructosa o baja en FODMAPs (oligo, di, monosacáridos fermentables y polioles, Low FODMAP).
¿Cuáles son los síntomas de la malabsorción de fructosa?
El inicio de los síntomas puede ocurrir a cualquier edad. Los síntomas varían dependiendo de la persona y de la cantidad de fructosa que se haya ingerido. Algunas personas pueden tolerar mucha más fructosa que otras. Los síntomas más comunes son hinchazón, gases, cólicos y diarrea. Cuando se presenta diarrea durante períodos prolongados, pueden aparecer deficiencias de nutrientes y sus síntomas. Los nutrientes más comúnmente afectados son el ácido fólico, el zinc, el hierro, el triptófano, el calcio y las vitaminas C y E. También se pueden ver niveles elevados de las enzimas amilasa y lipasa del páncreas. Algunas personas también pueden experimentar síntomas como fatiga, dolor de cabeza, confusión mental, cambios de humor y estreñimiento.
¿Qué prueba se hace para diagnosticar la malabsorción de fructosa?
La prueba estándar que se hace para diagnosticar la malabsorción de fructosa se llama prueba de hidrógeno en el aliento. Es una prueba simple que se puede hacer en el consultorio y no requiere extracción de sangre. Algunos pacientes optan por empezar con una dieta de eliminación de fructosa en lugar de hacerse la prueba de hidrógeno en el aliento. La opción de iniciar una dieta es mejor cuando se hace en conjunto con un dietista familiarizado con la malabsorción de fructosa para asegurar que la dieta se inicie correctamente y se mantenga una nutrición adecuada durante el período de eliminación. Si la malabsorción de fructosa es el problema y la dieta se hace correctamente, a menudo da buenos resultados. Si la dieta de eliminación no produce resultados claros y todavía se considera la malabsorción de fructosa como una posibilidad, se deberá realizar la prueba de aliento.
¿Cómo se trata?
El tratamiento para manejar la malabsorción de fructosa es seguir una dieta baja en fructosa, es decir, una dieta que limita los alimentos que contienen altas cantidades de fructosa o con una cantidad significativa de fructanos. Los fructanos son una forma de fructosa que se encuentra en el trigo y los vegetales.
¿Qué alimentos son altos en fructosa?
Algunos ejemplos de alimentos con alto contenido de fructosa son:
- frutas: manzanas, peras, melón dulce, mango, melocotón, sandía;
- miel;
- endulzantes a base de fructosa, jarabe de maíz de alto contenido de fructosa, sólidos de jarabe de maíz, jugo de fruta concentrado.
Si está interesado en una lista más detallada, hay disponibles en internet extensas listas de alimentos.
¿Qué es una dieta baja en FODMAPs? ¿Qué tiene que ver con la malabsorción de fructosa?
El acrónimo inglés FODMAPs significa «oligo, di, monosacáridos fermentables y polioles». Una dieta baja en FODMAPs elimina:
- la lactosa: la leche de vaca, oveja y cabra;
- la fructosa;
- los fructanos: como expliqué más arriba, son una forma de fructosa que se encuentra en el trigo y los vegetales. Los vegetales más comunes son las cebollas y el ajo. Otros fructanos comunes son los fructooligosacaridos (FOS) y la inulina, que se encuentran en muchos alimentos probióticos y fortificados;
- los galactanos: un carbohidrato que se encuentra en frijoles y lentejas;
- los polioles: son alcoholes del azúcar, y los más comunes son los endulzantes artificiales sorbitol, xylitol y manitol.
La dieta baja en FODMAPs se ha utilizado en el pasado para tratar los trastornos inflamatorios del intestino tales como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ha estado últimamente en las noticias por su uso en el tratamiento del síndrome del intestino irritable (SII). La dieta baja en FODMAPs elimina tanto la fructosa como otros azúcares.
¿Si la fructosa es un problema para mí, tendré que seguir la dieta para siempre?
Cada persona tiene un nivel de tolerancia a la fructosa diferente. Se recomienda seguir la dieta estrictamente durante cuatro a seis semanas, y luego volver a introducir alimentos con fructosa de a uno cada cuatro días. Cada persona encontrará su propio nivel de tolerancia a la fructosa. Si los síntomas desaparecen siguiendo la dieta baja en fructosa y vuelven a aparecer con la reintroducción de un alimento, ¡usted ha encontrado su punto dulce! La mejor noticia es que quizás así haya podido encontrar la respuesta a sus problemas digestivos.
Para más información y recursos sobre la dieta baja en FODMAPs, visite: https://theceliacmd.com/move-gluten-free-low-fodmap-next/